Gran Canaria

Gran Canaria, con una superficie de 1.532 km2, constituye la tercera isla en extensión del archipiélago canario y la capitalina de la provincia de Las Palmas Su altitud máxima alcanza los 1.949 m (pico de las Nieves), aunque posee otras cotas destacables en la zona central, tales como el roque Nublo (1.813 m), el roque Saucillo (1.709 m) y el roque Bentayga (1.412 m), que a su vez son hitos geográficos muy conocidos. Presenta un aspecto redondeado y es muy escarpada, de forma que sus grandes barrancos y valles se distribuyen de forma radial desde el centro de la isla. Existen cantiles costeros que superan los 300 m de altura en el oeste; sin embargo, el litoral oriental y meridional es bastante llano, así como parte de la costa norte. Desde el punto de vista geomorfológico destacan los macizos de Tamadaba, en el noroeste; Inagua, en el centro-oeste; y Amurga, en el sur, así como las calderas de Tirajana y Tejeda en la zona central, formaciones erosivas de grandes proporciones. También hay edificios volcánicos recientes muy notables, como son las calderas de Bandama y de Los Marteles.

Desde el punto de vista ambiental y biogeográfico se habla de tres grandes unidades, “Alisiocanaria” (vertiente norte, orientada a los alisios), “Cumbre” (zona más alta del centro de la isla) y “Xerocanaria” (vertiente meridional), las cuales a su vez coinciden mayormente con la cronología geológica. En comparación con la vecina isla de Tenerife hay dos aspectos diferenciales notables: la existencia de un importante sistema dunar y de grandes playas de arena rubia, concretamente en Maspalomas (extremo sur), y la ausencia de episodios de volcanismo histórico, mientras que los pocos volcanes recientes y subrecientes se sitúan en la vertiente norte.

El clima de Gran Canaria es de tipo mediterráneo, al igual que el de la generalidad de Canarias, y está muy influenciado por el relieve de la isla. Las precipitaciones medias anuales más altas, que superan puntualmente los 1.000 mm, se dan en las cumbres del centro-norte y su entorno, mientras que en las áreas semiáridas y casi desérticas del sur, este, oeste y norte se registran valores inferiores a los 250 mm. En la vertiente norte, dentro de la ya referida “Alisiocanaria”, se percibe una humedad notable, debido a la influencia de los vientos alisios del noreste, que favorecen la formación de un mar de nubes durante buena parte del año en una franja comprendida entre los 600 y 1.500 m de altitud. Por el contrario, en el sur, coincidiendo con el ámbito de la “Xerocanaria”, la sequedad ambiental es notoria y las temperaturas llegan a ser relativamente altas, superando en ocasiones los 40º C, aunque la media anual para la generalidad de la isla es de unos 20º C. La incidencia de los vientos alisios del noreste es muy marcada durante los meses primaverales y parte del verano, pero de vez en cuando llegan a esta isla invasiones de aire cálido y seco cargadas de polvo en suspensión, un tiempo denominado “Harmattan” en el vecino continente africano.

Esta isla tiene una población de 845.676 habitantes (censo de 2010), de los que casi la mitad viven en la capital, Las Palmas de Gran Canaria, que constituye el núcleo urbano más poblado de todo el archipiélago. La segunda ciudad en cuanto a número de habitantes es Telde, con 101.375. En 2011, el número de turistas ascendió a 3,3 millones, procedentes principalmente de Alemania, Reino Unido, España y Suecia. El total de municipios grancanarios es de 21, siendo el más extenso San Bartolomé de Tirajana, con 333,1 km2, seguido de Mogán, con 172,4, y La Aldea de San Nicolás, con 123,6. La distribución municipal sigue básicamente una forma radial, al igual que las cuencas hidrográficas, y todos los términos municipales, excepto seis (Firgas, Valleseco, Teror, Santa Brígida, Vega de San Mateo y Valsequillo), tienen contacto con el mar.

La economía de Gran Canaria se sustenta en gran medida en el turismo y el sector servicios, ya que en la actualidad esta isla constituye un importante destino vacacional a nivel europeo, y también dentro del mercado nacional. Los principales núcleos turísticos se localizan en el sur, concretamente en San Agustín, Playa del Inglés, Maspalomas, Puerto Rico, Tauro y Puerto de Mogán. También tiene una importancia creciente el turismo rural, con pequeñas instalaciones situadas sobre todo en la vertiente norte y el centro de la isla, donde también se ubica el Parador Nacional de la Cruz de Tejeda. Además, son de especial interés distintos museos y centros asociados al Cabildo Insular de Gran Canaria, que constituyen un complemento a la oferta turística clásica y de ocio. A pesar de la importancia creciente del turismo, las actividades tradicionales aún subsisten en Gran Canaria. Así, hay importantes zonas agrícolas en el norte, tanto de plataneras como de frutales, mientras que los viñedos solo se mantienen con cierta entidad en la zona de Monte Lentiscal y su entorno; en el este y sur, así como en el valle de La Aldea de San Nicolás, destacan en cambio los invernaderos de tomates. La disponibilidad de agua se garantiza básicamente mediante grandes presas, como las de Soria, Chira, Cueva de las Niñas, etc., así como por numerosos pozos.

Un sector pujante es el ganadero, asociado a la obtención de quesos de gran calidad y fama, como son el “queso de flor” y el “queso de Guía”, que tienen denominación de origen. Se dan dos tipos de explotaciones ganaderas, las intensivas, localizadas principalmente cerca de la costa, y las tradicionales, relegadas a las medianías. La mayor parte del ganado es caprino (122.920 cabezas), seguido del ovino (36.605), el porcino (14.591) y el bovino (12.077), aunque si consideramos el avícola (gallinas), éste sería el más importante, con 1.622.643 unidades (datos de 2005-2006). Por último, hay que mencionar la pesca, actividad que cuenta con puertos como los de Agaete, Mogán y Arguineguín, entre otros, a los que se suma el de La Luz y Las Palmas, considerado un gran puerto a escala internacional, el cual es a su vez un importante motor de la economía insular.

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