Isla de Lobos
Se trata de un islote de unos 4,5 km2 de superficie, situado al noreste de Fuerteventura y separado de esta isla por el Estrecho de La Bocaina, cuya profundidad no supera los 30 m. Su altura máxima se encuentra en La Caldera (127 m), un cono volcánico derruido por el lado oeste que da al mar. Su nombre se debe a las focas monje (Monachus monachus), un mamífero marino que emite sonidos parecidos a los de los lobos y que, hasta el siglo XV, arribaban en gran número a sus costas en la época de reproducción. En la actualidad, esta especie ha desaparecido de Canarias y está en peligro de extinción en el resto de su hábitat original, conservándose solamente una colonia importante en Mauritania y otras de menor entidad en las Desertas (Madeira) y algunos puntos del Mediterráneo.
La vegetación de Lobos es similar a la de los islotes de Chinijo, con una importante variante que es la presencia de lagunas de agua salada durante la pleamar, que llega a sumergir las plantas por completo. En estas lagunas crece una siempreviva exclusiva de Lobos (Limonium bollei). Existen colonias de varias especies de aves marinas, destacando las gaviotas y pardelas. Ocasionalmente también se ven avutardas hubara.
El islote es visitado asiduamente por pescadores, turistas, bañistas, submarinistas y también de surfistas, ya que en la base de La Caldera se forman olas ideales para la práctica de este deporte. Existe un servicio regular de transporte marítimo que lo enlaza con Corralejo, en Fuerteventura. En la costa sur hay varias casas, un restaurante y una zona de acampada.