Archipiélago de Madeira
El archipiélago de Madeira se sitúa a unos 700 km de la costa del noroeste de África y a unos 500 km de Canarias. Se halla constituido por una isla principal (Madeira), con una superficie de 736 km2; una isla pequeña (Porto Santo), con unos 42,2 km2; y un conjunto de islotes deshabitados, las Desertas (Ilhéu Chão, Deserta Grande y Bugio), que suman alrededor de 14,5 km2. Por tanto, la superficie total del archipiélago es de unos 819,5 km2. Madeira es una isla muy montañosa, con imponentes acantilados costeros, barrancos profundos, impresionantes “calderas” de erosión y picos que se acercan a los 2.000 m, como el Pico Arieiro (1.818 m de altitud) y el Pico Ruivo (1.861 m, la máxima cota insular). En la mitad occidental destaca la amplia meseta de Paúl da Serra, la mayor extensión de terreno llano existente en la isla. Por su parte, Porto Santo es una ínsula muy erosionada y comparativamente mucho más llana que Madeira, en la que domina un paisaje semiárido de llanuras abiertas, si bien existen igualmente acantilados costeros de más de 200 m de altura en el sector noreste y un conjunto de picos que resaltan en el paisaje, entre los que destaca el Pico do Facho, que, con sus 517 m, constituye la cota más alta de la isla. Por último, con relación a las Desertas, impresiona la forma y altitud de estos islotes, que vienen a ser como “cuchillos” en medio del océano, ya que son muy estrechos, con una longitud más o menos notable y una altitud que supera los 400 m, siendo la cota más alta los 478 m de Deserta Grande, que es a su vez el islote de mayor superficie de los tres (10 km2). El clima es de tipo mediterráneo templado, con una fuerte influencia atlántica debido a su localización, afectándole el régimen de vientos alisios. Las precipitaciones medias, de unos 600 mm, son mayores que las de Canarias e intermedias entre este último archipiélago y las islas Azores, aún más húmedas que Madeira. En cambio, las temperaturas son similares a las de Canarias -con las lógicas variaciones altitudinales-, de manera que en las cumbres más altas pueden bajar de los 0ºC, lo cual produce heladas y nieve en la época invernal y a principios de la primavera, mientras que en Funchal, orientada al sur, la sensación térmica es muy similar, por ejemplo, a la que se tiene en Santa Cruz de Tenerife.
Un aspecto diferencial con respecto a Canarias, al menos en los tiempos actuales, es la presencia de importantes arroyos permanentes en distintos barrancos de la isla principal, lo cual nos habla bien a las claras de que Madeira tiene un clima más húmedo y lluvioso que el del archipiélago canario; también hay algunas cascadas de agua que caen libremente al mar, sobre todo en la vertiente norte, algo que en Canarias ya se ha perdido desde hace varias décadas.