Cedro canario (Juniperus cedrus)
Árbol de tronco grueso, que puede alcanzar los 15-20 m de altura, si bien no suele superar los 8 m, con ramas colgantes o más o menos arqueadas. Las hojas son lineares (aciculares), planas y duras, de hasta 1 cm de largo. Flores muy pequeñas, y frutos (gálbulos) redondeados, con 1-1,2 cm de diámetro, de color marrón-rojizo en estado maduro. Elemento endémico de Canarias (en Madeira crece Juniperus maderensis, muy similar a J. cedrus), presente en las islas de La Palma, La Gomera, Tenerife y Gran Canaria. Se desarrolla en los pinares secos de cumbre y en los dominios del matorral de alta montaña. Actualmente, la mayoría crece en riscos y laderas poco accesibles, entre los 1.000 y 2.400 m de altitud, aunque algunos ejemplares lo hacen en cotas inferiores, bajando hasta los 400-500 m. En Madeira se encuentra en zonas altas de monteverde y brezales de montaña, hasta los 1.800 m de altitud. Debido a antiguos aprovechamientos, los cedros canarios son escasos hoy en día, sobre todo en Gran Canaria y La Gomera, aunque se cultivan en bordes de carretera, jardines, parques, etc., y se han realizado repoblaciones dentro de su área de distribución potencial. Un aspecto muy interesante es su relación con los cuervos (Corvus corax canariensis), ya que estas aves se alimentan de los frutos, contribuyendo así a su dispersión.