Ganga ortega (Pterocles orientalis)

Ave esteparia de 30-35 cm de longitud total y 70-73 cm de envergadura. Su plumaje es muy críptico, plenamente adaptado al medio en el que se desenvuelve, y presenta un dimorfismo sexual bastante marcado. El macho es más llamativo, con una mancha de color anaranjado en la garganta, una banda negra fina (a modo de collar) en el pecho y tonalidades pardo-doradas en el dorso; la hembra es de color pardo claro, con moteado disperso por el dorso, la garganta y el pecho, collar en el pecho y una zona negruzca en la garganta. Ambos sexos tienen el vientre negro. Además, llaman la atención las patas muy cortas y la gran capacidad de vuelo de esta especie. En la Macaronesia la ganga ortega solo está presente en Canarias, más concretamente en Fuerteventura, aunque hay observaciones esporádicas en Lanzarote y La Graciosa y en el pasado llegó a verse en Gran Canaria, donde era relativamente común y pudo haber criado. Su hábitat primordial está constituido por sistemas arenosos o “jables” y llanos terroso-pedregosos. También frecuenta áreas cultivadas y laderas pedregosas de valles interiores, y más de forma ocasional “malpaíses” o campos de lavas recientes. Se alimenta básicamente de semillas y brotes de plantas, y acude con frecuencia a beber en charcas, presas, barrancos con agua y pequeños abrevaderos, en ocasiones en bandos importantes, pues se trata de un ave muy gregaria, sobre todo fuera del período de cría. Aunque apenas hay datos sobre su reproducción en Canarias, se sabe que la puesta es de 2-3 huevos, realizada en un cuenco en el suelo, y que la época de nidificación se extiende de marzo a junio, muy retrasada con respecto a otras aves esteparias que comparten su hábitat, tales como la avutarda hubara (Chlamydotis undulata) y el alcaraván común (Burhinus oedicnemus). A pesar de estar relegada a una única isla ocupa amplias zonas, si bien su distribución no es homogénea. Los efectivos más numerosos están en la parte central y en el sur (istmo de La Pared o de Jandía). La población majorera se ha estimado en 1.000-3.500 ejemplares, aunque esto únicamente los ambientes esteparios, por lo que la cifra podría ser incluso algo superior. A nivel estatal esta especie ha sido catalogada como “Vulnerable”. Las principales amenazas que le afectan en Canarias son la destrucción y modificación de los hábitats esteparios, las molestias humanas, el efecto de los depredadores y la caza ilegal (ya muy puntual), junto al choque con tendidos eléctricos. También hay que considerar la desaparición de algunos bebederos usados tradicionalmente por la ganga, lo cual es debido, al menos en parte, a la sequía de los últimos años.

Volver
/* */