Gorrión chillón (Petronia petronia)
Ave de 15-17 cm de longitud total. Los dos sexos presentan un plumaje muy similar, al contrario de lo que ocurre con las especies del género Passer. Los adultos cuentan con una lista superciliar blanquecina muy marcada, una pequeña mancha amarilla en el pecho y un dorso de color pardo con manchas más claras, destacando también las motas blancas que presenta en el extremo de la cola; el pico es grueso y robusto, como adaptación a su régimen alimenticio. Este gorrión solo aparece como nidificante en Madeira (incluyendo Porto Santo) y Canarias (Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, La Palma y El Hierro), habiéndose descrito para ambos archipiélagos la subespecie P. p. madeirensis, en la actualidad invalidada, aunque hacen falta estudios genéticos que clarifiquen la situación. Se trata de un paseriforme esencialmente rupícola, que ocupa acantilados, barrancos, muros de piedra en pastizales y cultivos y núcleos de población; en Madeira además se observa en ciertos roques costeros. Su presencia en pueblos y ciudades, antaño frecuente, es cada vez más rara. Es un ave granívora, aunque su alimentación también está compuesta por insectos y otro tipo de invertebrados (sobre todo durante la época de nidificación), y en menor medida por frutos. Para ello acude preferentemente a terrenos abiertos abancalados, en ocasiones en bandos numerosos. Cría -a veces con un cierto carácter gregario- a partir de enero-febrero, cuando tienen lugar los primeros cortejos, mientras que las puestas (4-6 huevos) se producen entre marzo y junio, más raramente en julio. El nido lo sitúa en grietas y oquedades de muros de piedra, paredes de edificios y riscos, por lo que recibe el acertado nombre vernáculo de “gretero” o “talisquero”. Ha visto muy mermadas sus poblaciones en las últimas décadas, tanto en Madeira como Canarias, de forma que en algunas islas ya está a punto de desaparecer (p. ej. en La Palma) y en otras, como Tenerife, muestra una distribución muy restringida. Entre los factores negativos que le afectan están los cambios en la agricultura -relacionados principalmente con la reducción de los cultivos de cereales-, la supuesta competencia con el gorrión moruno (Passer hispaniolensis) y, muy posiblemente, la acción depredadora de los mamíferos introducidos y el uso de productos químicos en los campos.