Lagarto gigante de La Gomera (Gallotia bravoana)

Aunque existían distintas evidencias sobre la presencia de reptiles fósiles de gran tamaño en la isla, no fue hasta 1999 cuando se detectaron ejemplares vivos de esta nueva especie de saurio, de 49 cm de longitud máxima y bellísima coloración negruzca y marfil. Hoy sobrevive acantonada en las abruptas paredes del macizo de La Mérica (Valle Gran Rey), con una población muy escasa y severamente amenazada. Esta precaria situación es consecuencia de la llegada del hombre y de peligrosos acompañantes como los gatos, que provocaron su paulatino desplazamiento desde zonas bajas y medianías hasta enclaves puntuales y menos favorables. Las primeras estimaciones sobre el número de ejemplares fueron tan preocupantes que fue necesario iniciar un programa de cría en cautividad, labor facilitada con la experiencia ya adquirida en el programa de cría del lagarto gigante de El Hierro. Varios años de trabajos han permitido establecer que existen casi un centenar de lagartos en libertad, y una cifra algo menor en el Centro de Recuperación de Valle Gran Rey, pero no suficiente para eludir la categoría de animal “En Peligro de Extinción”. Su relación filogenética y ecológica es muy estrecha con las especies “gigantes” de Tenerife y El Hierro. Ostentan una clara dieta vegetariana que incluye todas las especies de plantas presentes en andenes y riscos, aunque con preferencias según la edad de los individuos o la estación. Su biología reproductora es aún poco conocida, pero los datos recogidos en cautividad revelan una puesta de 3-8 huevos, y una incubación cercana a los dos meses.

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