Orejudo canario (Plecotus teneriffae)
Murciélago con 40-46 mm de antebrazo y una longitud cabeza-cuerpo de 46-57 mm, que destaca por sus grandes orejas, al igual que ocurre en todas las especies del género Plecotus. Su pelaje es denso, mostrando una coloración pardo-grisácea oscura, con un contraste bastante marcado entre las partes ventrales y dorsales. La cola es más o menos igual de larga que el conjunto cabeza-cuerpo, y su punta sobresale del uropatagio. Se trata de una especie considerada endémica de Canarias, pero algunos estudios recientes han sugerido que los murciélagos orejudos del noroeste de África y del Adriático son subespecies de Plecotus teneriffae. Su distribución comprende Tenerife, La Palma y El Hierro, existiendo algunos indicios no confirmados sobre su presencia en La Gomera. Se encuentra en distintos hábitats, dentro de un rango altitudinal que va de los 150 a los 2.300 m, aunque la mayoría de los refugios conocidos se hallan entre los 800 y 1.600 m. Muestra una especial querencia por los ambientes forestales, tanto por los pinares como por sus zonas de transición con el monteverde y el fayal-brezal, aunque ocupa igualmente áreas potenciales de cardonal-tabaibal, barrancos de medianías y el matorral de alta montaña. Su dieta está compuesta principalmente por lepidópteros nocturnos de las familias Arctiidae, Geometridae, Lymantriidae y Noctuidae, y más ocasionalmente por coleópteros. Las presas son consumidas dentro de cuevas volcánicas, galerías de agua, construcciones abandonadas y puentes, que constituyen sus refugios, tanto diurnos como nocturnos. Hay pocos datos concretos sobre su reproducción, aunque se sabe que en septiembre los machos presentan su máximo desarrollo testicular y que en julio y agosto las hembras están amamantando a las crías; además, se han hallado hembras aparentemente gestantes en el mes de mayo. Sus movimientos son escasamente conocidos, habiéndose verificado desplazamientos de unos pocos kilómetros entre cavidades, si bien parece tratarse de un animal más bien sedentario. El orejudo canario es relativamente común en todas las islas en las que habita, siendo el quiróptero más cavernícola de todos. A pesar de ello, le afectan distintos factores de amenaza, como la pérdida de hábitat y las molestias humanas en sus refugios, lo que justifica su catalogación como “Vulnerable”.