Ranita meridional (Hyla meridionalis)
Anfibio de pequeño tamaño, que no supera por lo general los 40 mm, si bien se han hallado individuos de hasta 50 mm. Tiene la cabeza corta y el hocico redondeado, y sus ojos son relativamente grandes, con pupila horizontal. Su coloración dorsal es variable, habitualmente verde más o menos oscura y a menudo con motas (como suele suceder en Canarias y Marruecos), pero en ocasiones se dan ejemplares marrones y azulados, los cuales nunca se tornan verdes; cuenta además con una banda lateral oscura, que no llega hasta las extremidades posteriores, aunque en la etapa juvenil la misma se extiende al menos hasta la mitad de los flancos. Con frecuencia delata su presencia por el canto, ya que tiende a ocultarse entre la vegetación y por tanto es difícil de observar. La distribución mundial de esta rana comprende la península ibérica, el sur de Francia, el noroeste de Italia, el noroeste de África, Baleares (Menorca) y Canarias, considerándose extinta en Madeira. En esas islas ha sido introducida por el hombre en tiempos históricos, ocupando actualmente todo el archipiélago canario excepto los islotes. Habita principalmente charcas, estanques y presas con algo de vegetación marginal en la que ocultarse, así como cultivos de plataneras (donde puede alcanzar altas densidades), barrancos con charcos más o menos permanentes e incluso bosques de laurisilva o monteverde y zonas de pastos con muros de piedra. En altitud asciende hasta al menos 1.550 m. Con frecuencia comparte hábitat con la rana común (Pelophylax perezi), que ha sido igualmente introducida en las islas. Su dieta está compuesta en gran medida por insectos (hormigas, coleópteros, dípteros, etc.), así como por arañas, isópodos y otros artrópodos. Como comportamiento curioso, en un núcleo de La Gomera se observaba hace algunos años un buen número de ejemplares cazando insectos (p. ej. lepidópteros nocturnos) atraídos a las luces del alumbrado público. Muestra una actividad en gran medida crepuscular y nocturna, aunque en ciertas épocas -básicamente durante la reproducción- se mueve también durante el día. En los días lluviosos no es infrecuente observar ejemplares cruzando carreteras en busca de puntos de agua donde reproducirse. Es un animal trepador, por lo que suele encontrarse a cierta altura del suelo entre la vegetación arbustiva y arbórea, a veces a gran distancia de lugares con agua; también se introduce en grietas del barro reseco de las charcas, e incluso en oquedades de muros de piedra, cuadras de ganado, etc. La reproducción tiene lugar desde enero o incluso antes en zonas bajas, mientras que en las áreas de mayor altitud se produce en abril o mayo. Cada hembra puede poner entre 500 y 1.500 huevos aproximadamente, y a finales de la primavera y durante el verano es posible observar gran cantidad de larvas en distintos estadios de desarrollo y jóvenes. Es abundante localmente en las islas centro-occidentales de Canarias, destacando las densidades existentes en La Gomera y Tenerife, y en menor medida en La Palma, mientras que en El Hierro es muy rara y está relegada a unas pocas zonas. Curiosamente, la localidad típica de este hílido es el valle de La Orotava, en Tenerife, y su descripción original fue dada a conocer en 1874 por Boettger