Triguero (Emberiza calandra)
Ave paseriforme de 16-19 cm de longitud total, caracterizada por su pico grueso y robusto y un plumaje críptico, de color marrón-grisáceo en el dorso y mucho más claro en el vientre, con estrías verticales; la cola es relativamente larga. Su presencia es delatada a menudo por un peculiar canto de tipo metálico. La distribución mundial de esta especie comprende el centro y sur de Europa, el norte de África, Oriente Medio y Asia hasta Kazajistán y el noroeste de China, estando presente también en Canarias, donde ocupa todas las islas; además, ha sido registrado como accidental en los islotes de Alegranza y La Graciosa. Su hábitat predilecto son los terrenos abiertos más o menos llanos con vegetación herbácea y arbustos de bajo porte, incluyendo cultivos de cereales y leguminosas, pastizales; también está presente en llanos terroso-pedregosos con vegetación xérica y herbazales y otros ambientes similares. Alcanza puntualmente los 1.500 m de altitud, por ejemplo en Tenerife, pero el grueso de sus poblaciones se sitúa por debajo de los 800-1.000 m, coincidiendo con el límite inferior de las masas boscosas. Su dieta está compuesta principalmente por semillas de gramíneas y otras plantas, aunque en la estación reproductora se alimenta a menudo de invertebrados (p. ej. saltamontes), con los que además ceba a sus pollos. Nidifica en el suelo, entre hierbas o al amparo de un pequeño arbusto, siendo la puesta de 4-6 huevos. La época de cría se extiende de marzo a junio, pero podría adelantarse a enero-febrero en las islas orientales, sobre todo en años lluviosos. Forma importantes bandos -a veces en compañía de otros pájaros granívoros como el pardillo común (Carduelis cannabina)-, que suelen constar de hasta 50-70 ejemplares, en ocasiones incluso más. En Lanzarote y Fuerteventura llega a desaparecer del todo o casi por completo durante el verano, mientras que en las islas centrales y occidentales abandona las zonas más áridas en dicha estación, permaneciendo en las más húmedas; a partir de octubre o noviembre se comienzan a detectar de nuevo aves cantando. En la actualidad sus poblaciones en Canarias se encuentran en clara regresión, fenómeno común a muchos países del continente europeo, de forma que está casi extinguido en La Palma y es muy raro en Lanzarote, mientras que en Tenerife solo es relativamente común en contadas localidades. Un claro indicador de esta rarefacción progresiva es el tamaño de sus bandos, cada vez menor, habiendo desaparecido incluso de no pocas áreas donde estaba presente hasta las décadas de 1980-90. En este sentido, las amenazas que le afectan son los cambios en los tipos de cultivo, con la desaparición o reducción notoria de las superficies de cereales, el uso de productos químicos en la agricultura, el corte de la vegetación herbácea durante la época de cría, la depredación por mamíferos introducidos (gatos y ratas) y los atropellos en carreteras